miércoles, 3 de diciembre de 2008

A media noche, cuando el despertdor suene

Foto extraída de la bitácora Gritos en silencio

Hoy la he visto frente a mí,
repetida en miles de rostros anónimos.
Cenicienta ha dejado su cuento de princesas
para llenar de ilusiones rotas las noches de Madrid.

En el sofá,
Cenicienta escucha al hada María
tras la llama del mechero
y entre el humo denso, casi impenetrable,
de la primera calada.
Recuerda sus días de princesa postergada
porque al cerrar los ojos
el hechizo del hada María borrará, por unas horas,
la vida que maldice
y el camino que alejó sus sueños.

Cenicienta corre desnuda
a llenarse del hombre que no encontró,
a besar los labios húmedos de la mujer que amó.
Se viste con las galas y zapatos de quien quiso ser
porque a media noche, cuando el despertador suene,
volverá de nuevo a su injusta realidad.

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